jueves, 17 de enero de 2013




VUESTRA MAJESTAD, LA TV PÚBLICA SE ESTÁ YENDO AL GARETE, SEÑOR

No es necesario que haga un análisis en profundidad sobre el estado de la televisión pública en el país, porque ya todos somos conscientes de ello y cada día mucho más a nuestro pesar. Lejos quedan ya las emisoras de radio o canales de televisión que se hacían eco de la actualidad sin imponer censuras a lo acontecido.

Este año está siendo "duro" para la Familia Real, a Urdangarín se le ha acabado el chollo y ahora su máxima preocupación es demostrar que más que el dinero, le importa su imagen; el pequeño Froilán se dispara en el pie en una de sus fechorías en la actividad favorita de la realeza, la caza; el rey se va a matar elefantes mientras España intenta lidiar con sus propias bestias, (seguimos con el rey porque ha dado para mucho), Su Majestad tropieza con un escalón y cae de morros, y para terminar nos enteramos que no hay dinero para la supervivencia de la televisión pública, pero sí para costear los viajes a su querida y otros cuantos trapicheos.

No me malinterpretéis, no tengo nada en contra de ellos, sólo un par de impuestos que costean sus idas y venidas y sus continuas meteduras de pata. ¿Que adónde quiero llegar con todo esto? Pues a que un hombre, que es el dirigente de un país en crisis y que de una de las cosas que presume haber conseguido en su reinado es "la libertad", sus actos distan mucho de lo que presume.

España durante estos últimos años ha sufrido un desgaste progresivo de la televisión pública, en la cual los ERES y la disminución de presupuestos son el pan de cada día. Ya no importa la calidad del trabajo bien hecho ni la necesidad de ofrecer un servicio que en realidad es un derecho estipulado por la Constitución. En nuestra sociedad lo que prima es el lucro y más aún si eso supone el despido de unas 925 personas como es el caso de Telemadrid, que aún sigue a la espera de saber qué será de ellos en un futuro. Porque no nos engañemos, señores, en este país lo que está de moda es tirar la piedra y esconder la mano, ya serán otros los que le vean las orejas al lobo.

Para exponer mi postura he cogido como ejemplo la entrevista que hizo Jesús Hermida al Rey, y ahora sí que pongo las mayúsculas porque nuestro querido compañero de profesión ya se hizo cargo de recordarnos lo señor y majestad que Don Juan Carlos I es, mientras que él se limitaba a tutearle. Podemos decir que éso mismo está pasando hoy en día con la televisión pública, mientras que nosotros la tratamos de usted debido al respeto que la procesamos tanto como ciudadanos como profesionales del medio, otros se encargan de tutearla dándonos a entender lo poco que les importa la televisión pública, nuestra profesión y el derecho de/a la información de todos los españoles. Para haber sido una entrevista emitida por un canal público como es TVE, no se puede decir mucho de ella, las preguntas ni se acercaron a apretar el nudo de la corbata del rey y no por su eminente y voluptuosa papada. Además después de todo lo ocurrido con la Familia Real este pasado año, Hermida no fue capaz de preguntarle nada al respecto, ni siquiera de sugerírselo. Se puede decir que fue una entrevista para quedar bien y nada más. Esto también deja claro el papel que tiene hoy en día la televisión pública, la cual está perdiendo su objetivo y misión principal. Pero en cambio podemos ser optimistas, porque no todo el mundo actúa igual. Javier Cárdenas el presentador del programa radiofónico "Levántate y Cárdenas" decidió opinar libremente de la entrevista y de todo lo que está ocurriendo en el país.

 http://www.vanitatis.com/noticias/2013/01/10/javier-cardenas-para-ser-el-rey-de-los-espanoles-hay-que-tener-un-par-de-huevos-y-usted-no-los-tiene-22338/

http://www.huffingtonpost.es/2012/10/03/discurso-javier-cardenas-sobre-25s-jetas-vagos-corruptos-ladrones-mierdas_n_1934870.html

La pena de todo esto, es que la gente tema hablar claro por miedo a perder su trabajo, eso nos muestra que la libertad a la que su Majestad se refiere no cuenta con la de expresión, porque si así fuese, Hermida hubiese hecho las preguntas que todo español se hacía mirando a la pantalla, y los demás periodistas hablarían más claro y alto sobre lo que está ocurriendo en el país, que para qué engañarnos, es una crónica sobre una muerte anunciada, la de la televisión pública.


Lydia G. Pallarés

1 comentario:

  1. Me ha encantado la comparativa sobre el tuteo del Rey a Hermida con la actitud de la TV pública respecto a los espectadores. Muy buen post. Tan solo añado que se va a luchar mucho para q la crónica de la muerte de lo público se convierta en relato de ciencia ficción :) Un saludo de una compañera.

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